Una forma cada vez más extendida de falso amor es lo que suele referirse como amor libre, una forma de entender la relación de pareja como un compromiso abierto en el cada amante se quiere reservar el derecho de poder acceder a un surtido grupo de amigos del sexo opuesto, u otras posibles parejas y terceras personas que pudieran surgir por el camino. Estas personas suelen mantener a su pareja fuera de su circulo de amistades o de sus salidas nocturnas y, en caso de compartirlas, las discusiones por celos a raíz del contacto con terceras personas, amigos, conocidos, antiguas parejas es muy frecuente. Este tipo de concepto sobre el amor suele darse en personas que no aman de verdad y se dedican a parodiar de una forma adolescente lo que debería ser un amor que se entrega de forma sincera pero libre por el hecho de no exigir, manipular o atar a la pareja. El libertinaje moral que se promulga cada vez más en la sociedad pretende hacer creer a las personas que están muy liberadas emocional y sexualmente cuando esto no es más que un barniz superficial, ya que un cambio de concepciones sociales no se traduce con la misma prontitud en un cambio de concepciones psíquicas de la población. Aún así as personas creen que aman libremente y sin ataduras, convirtiendo este ideal en una parodia infantil según la que los amantes interpretan el amor libre como la licencia para tener muchos amigos especiales llegando al derecho a roce con algunos de ellos, normalmente a escondidas y sin que nadie lo sepa. Este principio de dispersión y de falsa libertad amatoria genera intensos sufrimientos y desavenencias en las parejas, que sufren todo tipo de conflictos por los celos y la desconfianza mutua. Esta problemática enraíza en carencias personales de tipo afectivo e infantil, por lo que requieren del debido análisis y tratamiento psicoterapéutico, ya que cada parte de la pareja proyecta sus propio vacío afectivo y la desconfianza consecuente sobre la otra parte.
La pareja que vive en constante conflicto por las amistades especiales que los miembros mantienen con personas del sexo opuesto, jamás alcanza la armonía y la felicidad amorosa, ya que normalmente suelen ser coqueteos encubiertos que se justifican con lo que pretende ser una amistad que en realidad esconde otras motivaciones ocultas de tipo afectivo y sexual. La hipocresía de la gente simplemente cambia el nombre de las cosas para tener la conciencia tranquila y poder seguir realizando sus fantasías y sus deseos frustrados con terceras personas, personas a las que siente que no puede acceder si no es bajo el signo de lo que es una falsa amistad que no es más que un tonteo infantiloide. Muchas veces el whatsapp o los chats de las redes sociales, suponen el medio perfecto para encubrir este tipo de relaciones y poder mantener relaciones paralelas con terceras personas de las que se espera que realicen los propios deseos e idealizaciones frustradas. Así las mujeres se envician con el hecho de conseguir el mayor número de hombres que les chateen y les den su aprobación a través de los contenidos que cuelgan en las redes mediáticas, normalmente fotos en las que exhiben su belleza, y los hombres se envician en el deseo desenfrenado de poder acceder a chicas a través de los medios a las que que en su vida ordinaria no tienen acceso. En la calle, el hombre buscará bromear simpaticamente con cajeras de supermercado, dependientas de tiendas de moda, compañeras de trabajo, mientras que la mujer tratará de atraer la atención de cuantos mas hombres mejor de su entorno, de los cuales no quiere mas que tener la sensación de resultar atractiva para subir momentaneamente su autoestima. Estas son formas de escapar del aburrimiento que despierta la propia relación de pareja y las frustraciones de un amor infantil entre dos personas inmaduras que dependen emocionalmente una de otra y no se atreven a dar el paso a reconocerlo y separarse. En lugar de esto, prefieren jugar al amor secreto disfrazado de mil formas, un amor que jamás llega a realizarse en su auténtica plenitud por no suponer más que un engaño hipócrita de dos niños que juegan a ser mayores y tener una relación estable y hermosa con sus parejas mientras siguen una doble vida a sus espaldas.